miércoles, 21 de marzo de 2018

Recuperar bosques


En el planeta, hay más de 2.000 millones de hectáreas de tierras deforestadas y degradadas que podrían restaurarse, un área equivalente a dos veces la superficie de China. Devolver la salud a los paisajes boscosos podría inyectar hasta 85.000 millones de dólares a la economía global, los expertos consideran que es tan importante como impedir la deforestación, tanto desde un punto de vista climático como de biodiversidad y de desarrollo sostenible. Un auténtico cambio de paradigma. Desde 2015, el esfuerzo global conocido como Reto de Bonn trabaja para insuflar nueva vida a 150 millones de hectáreas dañadas para 2020 y a 350 millones para 2030. Coincidiendo con el reciente Foro Global de Paisajes (GLF) en esta misma ciudad, sus impulsores han presentado el primer protocolo mundial para seguir el progreso de la iniciativa y para ayudar a los países a cumplir sus compromisos.


En los últimos 10 o 20 años, la prioridad ha sido gestionar las tierras agrícolas productivas y evitar la deforestación, señala el experto de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN), Stewart Maginnis. Sin embargo, “la degradación de tierras y su coste para las economías locales y nacionales ha quedado en un ángulo muerto”. El continente más afectado —y por lo tanto, con mayor potencial de mejora— es África. Hoy en día, tiene 700 millones de hectáreas degradadas, el equivalente a la superficie de Australia, y cada año suma otros tres millones. Para visualizar el impacto: solo la erosión de suelos y la pérdida de nutrientes en tierras arables le cuesta al continente un 3% de su PIB anual.

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