lunes, 24 de julio de 2017

Las energías renovables en Navarra


Los seis del Perdón no fueron los primeros molinos de España. Cuando se alzaron, ya existían cerca de 400, la mayoría en Tarifa, Canarias y Galicia. Muchos eran experimentales, prototipos de escasa potencia. Ubicados en lugares asociados al viento. Comenzaron a instalarse a finales de los ochenta. En los noventa, hubo quienes se resistieron a creer que solo se podía generar electricidad en la costa. En Navarra, entonces importadora neta de energía, se colocaron estaciones meteorológicas en 21 emplazamientos. Uno de ellos, a escasos metros de donde el ingeniero Juan Otazu recuerda ahora aquel primer chispazo de la eólica: “Nadie se lo esperaba. En este punto se encontró un cañón”. Un viento constante, poco turbulento, a una velocidad media de 31,7 kilómetros por hora.


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