viernes, 22 de enero de 2016

Viejo motor Semi-Diésel en Calella


En este delicioso vídeo se puede ver la puesta en marcha de un viejo motor Ferm Semi-Diésel de un siglo de historia reparado por Josep Martí Gay, después de 42 años parado. Este motor estuvo montado en la barca de pesca "María", que ahora se encuentra en el puerto de Arenys de Mar, en muy mal estado, Durante un tiempo este motor estuvo en la caseta de pescadores, para arrastrar las barcas por la playa y allí volverá cuando funcione el Museo de la pesca.



En Tarragona se conserva el motor Smith-Bolnes del mercante Dragonera.

El mercante Dragonera fue construido en los astilleros Juliana Constructora Gijonesa SA de Gijón 1960. Dado el mal estado en que se encontraba el barco, a comienzos de los años noventa y después de más de 10 años de inactividad, sólo era apto para el desguace. Por este motivo, la Autoridad Portuaria de Tarragona cedió la embarcación a la Sociedad de Explotaciones Submarinas para hundirla cerca de la escollera del dique, donde está ubicado el Parque Subacuático. En cuanto al motor del barco, fue cedido a la antigua Escuela Taller del Puerto (1992-1995) para que sirviera de prácticas a los alumnos del módulo de motores.


Se llevó a cabo un Plan de actuación que consistió en la extracción, limpieza, reparación de piezas y preparación para la museización y exposición. El motor de la marca Smith-Bolnes, fabricado en Valencia por la Empresa Nacional Elcano, sus características son: baja velocidad diesel a dos tiempos de 1120 ph -caballos de potencia-, con 7 pistones en línea.

El 18 de marzo del año 1994, con el apoyo logístico de la Autoridad Portuaria, se cortó la cubierta de la bodega de proa para poder arrastrar sobre dos T paralelas a la bancada del motor. Posteriormente, se izó para extraerlo de la bodega, después de haberlo aligerado de las piezas complementarias extraíbles, y así se iniciaron los trabajos de desmontaje, limpieza, consolidación, restauración y montaje. Luego, se adaptó una corona al volante del motor que, con la fuerza de un motorreductor, permitiera poner en movimiento lento -cuatro o cinco vueltas por minuto- todo el conjunto de cigüeñal, bielas y pistones, provisto de un sistema cerrado de engrase. Las tapas de hierro de el exterior del motor fueron extraídas y sustituidas por planchas de metacrilato que permiten observar el funcionamiento de los 7 pistones (uno de ellos de reserva) mientras se van engordando para realizar el movimiento completo. La bancada de hierro levanta 50 cm el motor del suelo para facilitar la su observación y una escalera en la parte posterior permite acceder a los visitantes a la parte superior y ver el movimiento de los cilindros gracias a las cúpulas de metacrilato incorporadas. Desde el año 2000, forma parte de la exposición permanente del Museo del Puerto de Tarragona.

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