domingo, 20 de febrero de 2011

Antigua potabilizadora de agua (2)

A continuación se puede ver el nuevo clorador, con los tubos de llegada y salida del cloro y el mecanismo de inyección del mismo en el caudal del agua.

A continuación se puede ver parte de la sala de control de las bombas de impulsión desde el depósito principal de 8.000 metros cúbicos hasta otro intermedio de menor capacidad desde donde se suministra el agua a los usuarios.

En el panel se pueden ver las luces de marcha-paro, con sus correspondientes interruptores, de las cuatro bombas eléctricas. Los indicadores redondos son los manómetros de las bombas y los cuadrados los voltímetros y amperímetros que nos indican el consumo eléctrico de cada una de ellas. En la actualidad esta sala esta telecomandada desde las oficinas principales situadas en el centro del pueblo, mediante equipos de comunicaciones industriales Farell.

En la sala de bombas hay dos de 100 CV y dos de 50 CV de potencia, pero no todas ellas funcionan continuamente.

Aquí podemos ver la presión a que se está enviando el agua a la red y en la columna roja de LEDs el porcentaje de agua en los depósitos.

Una vista más de cerca del manómetro principal.

Vista de los manómetros de las cuatro bombas.

Equipo de comunicaciones para la telegestión del centro de bombeo.

Sección moderna del panel de control.

Una de las bombas de 50 CV, mostrando el manómetro que indica la presión de impulsión.

Detalle de la misma bomba.

Detalle del manómetro, que indica una presión de 9 bares, suficiente para elevar el agua hasta una altura de unos 100 metros.

Cuadros eléctricos y armarios que contienen los contadores y las protecciones de toda la alimentación de la sala de bombeo.

La empresa SABEMSA calcula un promedio de consumo doméstico de 135 litros/día por persona, de los que 50 litros corresponden a la cisterna del water (5 veces), 50 litros a la limpieza personal y 15 litros a la lavadora. Se estima que con un buen programa de ahorro se podría reducir este consumo en un 30%. Según nos informan los técnicos de la empresa de aguas, cuando a veces el agua sale blanquecina, no se trata de que tenga un exceso de cloro, sinó que tiene mucho aire disuelto y se consigue clarificar dejándola reposar un tiempo en una jarra o una cazuela.

Por lo que hace a la depuración del agua ya usada, se ha de considerar que un solo litro de aceite puede llegar a contaminar 400.000 litros de agua. Por esta razón no se deben echar al fregadero los restos de aceite de freír en la cocina. El motivo de esta gran capacidad de contaminación está en que en las balsas de tratamiento biológico aerobio de las depuradoras de aguas residuales, el aceite se situa en la parte superior, nadando sobre el agua y formando una película contínua de tan solo el espesor de una molécula, impidiendo que llegue el oxígeno del aire a las bacterias encargadas de hacer este tratamiento. En las depuradoras se utilizan los reactores biológicos para disminuir la carga de materia orgánica que contienen las aguas residuales después de decantarlas y filtrarlas.

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